Quédense con este nombre: GaliPrint3D. Es el que
llevará una de las primeras empresas gallegas de impresión 3D y que
tendrá su sede en Padrón, lugar en el que reside uno de los tres socios
de la firma, Álvaro Rey Rodríguez, ingeniero en diseño industrial de 24
años. Sus primeras impresoras 3D ya causan sensación en el sector, pese a
que aún no están a la venta.
Son dos, de momento. La primera está creada a
partir de un kit adquirido en el País Vasco pero montado en Padrón. Con
esta primera máquina crearon las piezas para adaptar la segunda
impresora con un diseño propio. En proceso están ya otras dos máquinas,
pero estas con clara vocación profesional y para introducir en el
mercado.
La historia de estos jóvenes emprendedores (los
otros dos socios son de Vilagarcía y Pontevedra) con las impresoras
comenzó meses atrás. Los tres se conocían de jugar a los videojuegos y
un día decidieron que necesitaban un volante nuevo para jugar. Se lo
encargaron al ingeniero del grupo, que decidió hacerlo en modelado 3D y
se lo llevó a imprimir a otra persona. Al ver como se hacía le dio un "subidón" para meterse en la aventura de la impresión 3D, una técnica
que consideran "revolucionaria". Y hasta hoy.
Con dos impresoras ya funcionando, aunque no
están en el mercado, y una página web en construcción
(www.galiprint.com), los futuros empresarios están dando a conocer su
trabajo en distintos certámenes del sector para llegar a todos aquellos,
desde diseñadores a ingenieros o simplemente apasionados de la
impresión 3D, que quieran tener una máquina de estas, para ofrecerles la
suyas. Semanas atrás participaron en Ribeira en un
certamen del sector del que ya le surgieron invitaciones para acudir a
otros encuentros profesionales.
Una por casa
Y es que, como dicen, "hay un bum muy grande de este tipo de tecnología y, con el tiempo, está previsto que haya una de estas impresoras en todas las casas". Por ahora, sus máquinas imprimen en un tipo de plástico llamado ABS, un material que "no resulta caro" como tampoco lo es el consumo de la impresora, similar al de un
ordenador doméstico, dicen sus creadores. Todo ello, con vistas a que "sea asequible para que cualquier persona la pueda tener en casa".
Horas de trabajo
Salvo imprevistos, Álvaro y sus socios confían en
tener creada la empresa y estar operativos en el mes de enero, con las
dos nuevas máquinas en el mercado, autónomas y mucho más perfeccionadas
que las dos primeras y ofreciendo ya la posibilidad de realizar incluso
los diseños 3D, que ahora se pueden descargar de páginas gratuitas de
Internet. La idea es que haya tantas posibilidades de imprimir como
diseños posibles a realizar.
Lo que hay detrás de todo ello son "muchas horas de trabajo" de las que, por ahora, "aún no se ven los frutos", según cuenta Álvaro Rey. Pero como dice el joven ingeniero, "es algo que nos gusta, te quedas atontado viendo como imprime" y esperan que, lo que nació como una afición, pueda ser una salida profesional. Para ello, GaliPrint3D desafiará la crisis y, con
un equipo joven y emprendedor, tratará de hacerse un hueco en el
mercado de las impresoras del futuro.
Vía La Voz de Galicia.