Hace unos pocos meses grandes multitudes estaban haciendo cola para asistir a la inauguración de una multinacional de venta de muebles en nuestra comunidad. Mucha alegría por los nuevos puestos de trabajo pero… ¿Cuál es el balance real?
En Galicia tenemos materias primas, fábricas, diseñadores, puntos de venta... que generan puestos de trabajo y hacen que circule el dinero, generando riqueza en nuestra comunidad para todos. Además, tenemos sectores en los que nuestro potencial es envidiable, como es el caso de los sectores relacionados con la madera, siendo líderes, por ejemplo, en su exportación a nivel nacional.
¿A cuántos trabajadores de pequeñas y grandes empresas puede llevar a la quiebra una multinacional, aprovechándose del dumping social a través de países emergentes o del tercer mundo, salarios bajos, explotación y normativas ecológicas inexistentes o que nunca se cumplen? Haciendo que finalmente la riqueza generada se vaya fuera de nuestras fronteras.
Como consumidores nos quejamos de la crisis, pero deberíamos reflexionar cada vez que adquirimos un bien de consumo y sus consecuencias, que van más allá del simple hecho de ahorrarse una determinada cantidad de euros, más en este caso, donde estamos hablando de productos con un largo ciclo de vida. En otros lugares este sentimiento de país en mucho mayor y no tenemos más que ver las cifras que indican qué tipo de productos consumen los alemanes mientras que, por otro lado, los españoles también somos de los países que más productos consumimos importados de Alemania. Realmente, en este momento, tenemos que tener conciencia de nuestras acciones y de la cadena que se genera detrás de cada producto que consumimos o acción que realizamos en el conjunto de la sociedad, ya que cada vez que consumimos sin reflexionar somos partícipes de las consecuencias que ello conlleva.
Como consumidores nos quejamos de la crisis, pero deberíamos reflexionar cada vez que adquirimos un bien de consumo y sus consecuencias, que van más allá del simple hecho de ahorrarse una determinada cantidad de euros, más en este caso, donde estamos hablando de productos con un largo ciclo de vida. En otros lugares este sentimiento de país en mucho mayor y no tenemos más que ver las cifras que indican qué tipo de productos consumen los alemanes mientras que, por otro lado, los españoles también somos de los países que más productos consumimos importados de Alemania. Realmente, en este momento, tenemos que tener conciencia de nuestras acciones y de la cadena que se genera detrás de cada producto que consumimos o acción que realizamos en el conjunto de la sociedad, ya que cada vez que consumimos sin reflexionar somos partícipes de las consecuencias que ello conlleva.
Tenemos un gran potencial, solo hay que emplearlo y hacer todos juntos un ejercicio de reflexión, empezando también por los diseñadores, los cuales en parte somos los que creamos e imaginamos la sociedad que queremos tener.
Finalmente, nos gustaría terminar con la siguiente reflexión, ya que mucha gente piensa que esto no va con ellos y que no pueden hacer nada por sí solos, pero todos, absolutamente todos, de un modo u otro, en nuestro trabajo prestamos algún tipo de servicio, y si todas las personas cada vez que necesitamos algo, lo adquirimos a proveedores externos, no generaríamos en nuestro entorno ningún tipo de riqueza económica, con lo que nadie tendría una fuente de ingresos.
Aunque tampoco queremos culpar de esto sólo a los consumidores, ya que también entendemos y nos parece lógico que ante la crisis actual que están sufriendo las familias se opte por buscar los productos más económicos en muchas ocasiones. Así que también pensamos que por parte de las empresas e instituciones se están haciendo cosas mal y que se podría mejorar en muchos aspectos, pero eso lo trataremos en profundidad en próximos artículos.