Como os presentamos en un anterior artículo, entre el 13 y el 21 del pasado mes de Julio, Imaisde promovió y organizó el 1º Workshop de Ingeniería Creativa "A comer!" con Hi-Macs y Cándido Hermida como material y proveedor oficial, todo ello bajo la dirección del Director Creativo y Técnico de Imaisde, Pablo Crespo Pita, donde los participantes crearon objetos de uso cotidiano para la gastronomía, y cuyo resultado os mostramos a continuación. Posteriormente, se seleccionaron por votación algunas de las mejores propuestas para realizar sus prototipos, que están en fase de fabricación y que también os mostraremos aquí cuando sean presentados.
Cubreplatos Escher por Aleksandra Ziólkowska: este concepto es una reinterpretación de un objeto clásico que cada vez
vemos menos en nuestras mesas. Su función principal es proteger la
comida y no dejar que se enfríe.
Tutú por Beatriz Lema: accesorio para poder sujetar la copa hecho en Hi-macs
garantizando una higiene perfecta, un tacto agradable y unas formas
curvilíneas, todo eso gracias a sus propiedades termoplásticas y su
ausencia de poros. El objeto se compone de dos mitades unidos mediante imanes, para abrazar el pie de cualquier copa de vino.
Cobo por Ana García: pieza en
la que predominan las líneas continuas y orgánicas dando como resultado
un elemento con un valor estético y funcional. Gracias a su diseño
resuelve el problema de la separación entre el elemento principal de
plato y el acompañamiento.
El Aguador por Javier Ferrín: en
este proyecto he querido darle un nuevo valor al concepto de jarra de
agua, para lo que le he dado un lugar central en la mesa haciéndola
protagonista a la hora de comer.
H2O por Laura Varela: esencia del movimiento y la fluidez, representa la continua transformación de una mesa. Inspirado por el dinamismo de la comida nace H2O, sus ondas nos esperan
en la mesa anticipando ya la acción que va a acontecer. Su primera
forma refleja el movimiento creado por una gota de agua, llevándonos lejos de un plato vacío, esta perturbación se mantendrá en su segunda forma, siendo la comida la que genere este dinamismo.
Level por Iria Carbajosa: el
mediterráneo es un referente mundial de la buena cocina tradicional y ha
sido cuna de grandes innovaciones en la gastronomía contemporánea. Level es un objeto para degustación de tapas que, al igual que la
arquitectura mediterránea, se forma a partir de una intersección de
volúmenes blancos para establecer un orden de degustación por niveles.
Twist por Rocío Véliz: este
proyecto está basado en la evolución del concepto de “carta de menú”
por la idea de “plato de menú”, dirigido a la restauración innovadora. El problema que se ha solventado con este producto es el desgaste
habitual, junto con la estética normalmente distante de las cartas que
existen en el mercado, pasando a ser un elemento más comunicativo en las
mesas de la hostelería.
Tapea por Álvaro Trincado: con un
elevado grado estético, esta creación pensada para transformar el
concepto de la alta gastronomía, sugiere al chef una nueva orientación
en la elaboración de tapas.
Miss Stone de Gonzalo López: este concepto nace como solución a dos ideas muy valoradas en la hostelería moderna. Por un lado, la socialización en la comida, un evento en el que no sólo se disfrute de los alimentos, sino de un buen momento. Por otro, contar una historia, potenciando una experiencia que gira en torno a la gastronomía.
Panarium por Almudena Pérez: se trata de una panera realizada con el fin de dotar el pan tradicional
del soporte que se merece. Se inspira en los elementos que se utilizaban
y utilizan tradicionalmente para la elaboración del pan.
Niwa por María González: composición dinámica y fluida para situar en el centro de la mesa,
formada por la combinación de tres tipos de platos, destinados a la
degustación del sushi. Debido a su relación con el mundo japonés, a la
hora de formalizar el concepto, se escogió como referencia los jardines
zen, propios de la cultura oriental.
El Reencuentro por Paula Morales: se busca que los clientes se sorprendan al llegar a la mesa de su
restaurante, al ver unas imágenes impactantes impresas en los
bajoplatos. Para ello se ha diseñado una colección de cinco
bajoplatos bajo la idea de un reencuentro de amigos que hace años que no
se ven. Cada uno representa una emoción gracias a un dibujo de una
parte de un expresivo rostro.
ARS por Elena Busto: el
proyecto se basa en la cocina como nuevo arte. El objetivo es potenciar
el aspecto creativo de la cocina innovadora y generar una revalorización
de la misma a través de la asociación con la pintura.
Plató por Clara Gómez: inspirada en que la alta cocina es un espectáculo para todos nuestros
sentidos, se merece un espacio a su altura. Un escenario que refleje su
protagonismo y su creatividad, tanto durante su degustación como durante
su espera, así nace la idea de Plató. Con este juego de palabras entre
plato y escenario, Plató es la reinvención de la vajilla de cortesía de
cualquier restaurante de alta cocina.